lunes, 30 de noviembre de 2009

EL NIDO DEL CUCO SIGUE AHÍ


S
alí con mal cuerpo del cine el día que fui a ver Celda 211. Pensar que un suceso como un motín bestial como el que se reproduce en la película de Daniel Monzón pueda suceder en algún centro penitenciario español, sinceramente da escalofríos. Pero indagando un poco, no es descabellado pensar que ocurra en un futuro porque los ingredientes están en la cazuela: masificación, más connotaciones de represión que de reinserción, problemas en los internos derivados de las drogodependencias y de enfermedades mentales...

Un par de días antes se celebraban en Albacete las XIII Jornadas Prisión y Sociedad cuyo tema central era la situación de los enfermos mentales en prisión. No sé si sabrán que en España sólo quedan tres psiquiátricos penitenciarios. Tres para todo el país. Durante años, los sucesivos gobiernos han intentado soltar lastre centralizando en esos tres centros (Sevilla, Alicante y Barcelona), los casos de enfermos mentales que tienen que estar presos por la comisión de delitos.

A pesar de la insuficiencia de medios (algo en lo que se ha mejorado en los últimos años, eso es cierto), los responsables de estos centros hospitalarios buscan las formas para intentar que los internos puedan tener un nexo de unión con una sociedad que les ha dado la espalda. Para ello se han puesto en marcha multitud de programas de reinserción. Algo sensacional a primera vista, pero dudo seriamente que todos ellos lleguen a buen puerto. Loable es que los profesionales al cargo de estos centros dispongan de recursos para tratar de normalizar (de eso se trata en definitiva), la vida de estos reclusos especiales.

Importantes y preocupantes fueron los datos arrojados en las Jornadas sobre los delitos cometidos bajo los efectos de las drogas y su influjo en las cárceles y psiquiátricos penitenciarios. Las toxicomanías siguen presidiendo el día a día de estas instalaciones y aún no se ha dado en la tecla para eliminar esta lacra. Sin embargo, el cambio debe empezar por uno mismo. Si la sociedad en pleno empieza a comprender las circunstancias de quien comete un delito y presta su apoyo para una verdadera reinserción, habremos puesto la primera piedra de este descomunal proyecto. Pero de momento, ocurre lo contrario.

Por fortuna, los profesionales que trabajan en psiquiátricos penitenciarios sí tienen en su haber el logro de haber desterrado la imagen de estos hospitales como centro de reclusión de locos, de psicópatas, por otra mucho más precisa donde se busca dignificarlos como personas. Terminando cinéfilo tal y como empecé, que no haya más gente volando por encima del nido del cuco.



domingo, 29 de noviembre de 2009

ISLANDIA (Y III): A LA CAZA DE LA AURORA BOREAL


L
os inversores comenzaron a sacar su dinero de Islandia hace un año y medio aproximadamente. Se temían lo peor. Desde inicios de 2008, la corona islandesa comenzó un viaje por la devaluación de hasta más de un 25 por ciento, mientras que el mercado de valores se desplomó hace un año. La inflación y los tipos de interés, por las nubes. La descompensación en la balanza comercial islandesa es acusada, sobre todo a causa del gasto en consumo de los últimos años. El sueño islandés se quebró, pero no había que cruzarse de brazos...

La crisis no afecta a todos por igual. Siempre hay gente buscando una oportunidad para sacar beneficios, gente que buscaba que sucediera algo así. Algunas transacciones económicas parecían más las apuestas en un juego de Las Vegas que verdaderas operaciones financieras de instituciones. Algunas voces en el país norteño apelan a que la crisis será resuelta pero recuerdan que hay que tomar medidas. Entre todas ellas la que más reluce es la unión al euro. Y precisamente la moneda de la Unión Europea tiene mucho que ver en el relanzamiento que Islandia está teniendo como destino turístico preferente de muchísimos europeos que han visto en la devaluación de la corona y en la fortaleza del euro, una oportunidad económica de visitar Islandia. Ahí está la oportunidad que algunos buscaban en esta pequeña isla del norte del continente. ¿Se sabrá aprovechar?

Pues al parecer sí. Resulta imperioso para los islandeses salir a buscar ingresos extranjeros genuinos, en reemplazo de los que la crisis se llevó. Y el turismo es una excelente alternativa para estos fines. De esta forma se espera paliar en parte el impacto de la crisis, e incentivar la inversión extranjera que tanto necesitan. Así que... démonos un paseo por la isla...

Diez razones
Una vez que hayamos decidido viajar a Islandia podemos establecer diez actividades imprescindibles para enamorarse ese país y de su capital, Reikiavik.

En primer lugar sus aguas termales. Aunque la idea de llevar bañador a un país de gélidas connotaciones como Islandia puede sonar peregrina, en Reikiavik es tan necesario como la bufanda, incluso en pleno invierno. Sólo en la capital hay 126 piscinas públicas, cifra que no está nada mal para un país de 300.000 habitantes. En verano, rara vez se alcanzan los 20 grados centígrados y, durante el invierno, la temperatura media en Reykjavik es de cero grados. A media hora de la capital, la Laguna Azul (www.bluelagoon.com) invita a flotar en sus aguas sulfurosas, una experiencia única.

El agua de Islandia no es sólo disfrute físico sino también visual. Todo el país está repleto de géiseres, cascadas, fuentes termales y otros fenómenos naturales. Fuera de Reikiavik, no es una mala opción empezar por Nesjavellir, una zona geotérmica situada en el precioso entorno del lago Þingvallavatn. En Þingvellir se encuentra el parlamento operativo más antiguo del mundo, el Alþingi del año 930. La ruta prosigue por la cascada de Gullfoss y las fuentes termales de Geysir y Strokkur, con chorros de agua caliente. Otras espectaculares cascadas islandesas que bien merecen una visita son la de Seljalandsfoss y la de Skogafoss.

Islandia al volante. Pocos países se complementan tan bien con los viajes de amor por la libertad como Islandia. Las vastas extensiones del paisaje despoblado ofrecen multitud de posibilidades para los deportes de aventura y la ciudad de Reikiavik cuenta con la oferta de cualquier ciudad europea. Para no perderse nada, lo mejor es recurrir a un coche para moverse con absoluta autonomía. La Carretera 1, de forma periférica, recorre todo el país a lo largo de 1.340 kilómetros. Apenas tiene tráfico así que, a pesar de ser la carretera principal, sólo cuenta con un carril por sentido. Fuera de ella, la mayor parte de vías por donde se puede transitar son caminos con gravilla, por lo que será mejor alquilar un 4x4 y tener cuidado con los imprevistos que puedan aparecer, como por ejemplo, ríos sin puente.

Pero hay dos acontecimientos que superan la espectacularidad del paisaje islandés. Entre los meses de junio y julio, el Sol de Medianoche, un fenómeno visible las 24 horas del día, es la atracción principal. En septiembre, comienza la temporada de la espectacular aurora boreal, ese precioso brillo multicolor que aparece en el cielo nocturno de los países escandinavos.

¿Dónde descansamos? Las opciones de alojamientos son muy variadas en todo el país y se ajustan a todos los gustos y presupuestos, desde los hoteles tradicionales a los hoteles de verano (internados acondicionados), pasando por hostales, granjas y cámpings. Sin duda, lo más pintoresco es alojarse en granjas, como las de la cadena Icelandic Farm Holidays. ¿Y en cuanto a la comida? La oferta gastronómica islandesa es variada. Muy recomendables el pescado, el marisco, el cordero y el skyr, una especie de yogur de origen vikingo. Algo más de riesgo entraña la carne de tiburón, ya que su intenso sabor no siempre gusta. En Reikiavik destacan restaurantes como Humarhúsi y Rír Frakkar, y, un poco más asequibles, Apótek y Hotel 101.

Islandia es uno de los mejores lugares del mundo para avistar ballenas, especialmente desde abril hasta septiembre. Desde escurridizas especies como la ballenas azul hasta las más populares como la jorobada. Además, la ballena Minke, la marsopa y el delfín blanco suelen acercarse a las costas islandesas.

Esencias culturales
El Reikiavik cultural. La capital islandesa acoge el Museo Nacional, lleno de reliquias del pasado, y la Casa de la Cultura, que contiene piezas como la Edda Menor, un manual de poética cargado de mitología, o la Saga de Egill, una de las obras maestras de la narrativa escandinava medieval, escrita en prosa. Para aprender un poco más sobre la isla, en Bogarnes, a 74 kilómetros de la capital, el Centro de los Asentamientos recrea las condiciones en las que tuvieron que sobrevivir los primeros pobladores de la isla.

Vámonos de compras. Aparte de los mercados de pescado y marisco, imprescindibles en un país que mira tanto al mar, Reikiavik ofrece multitud de lugares donde el visitante podrá disfrutar de sus compras. Una buena idea es acudir a Handverk Og Honnun para adquirir cerámica, vidrio y otras piezas de diseño. Por último, una vsita al barrio más de moda, el pequeño Distrito 101 -llamado así por su código postal- y su momento de auge es el viernes por la noche, cuando las calles de esta céntrica zona de unas 20 manzanas están abarrotadas. Tiendas, restaurantes, bares, teatros, galerías,... Todos esos locales tienen hueco en el 101. Y la noche se hace especialmente joven y larga en este sitio cuando la luz del sol no se apaga.

Un reportaje de Raúl Moreno y Miguel Á. Bolaños



jueves, 26 de noviembre de 2009

ISLANDIA (II): EL ESTALLIDO DEL GÉISER


E
uropa estaba invadida de fondos bancarios islandeses. ¿Qué hace el dinero de ese frío país en entidades financieras de todo el continente? Esa era la pregunta que algunos se hacían, los más precavidos. Pero cuando todo se vino abajo, la pregunta cambió: ¿Por qué no nos dimos cuenta? Pero ya era tarde.

En el actual entorno, el banco central islandés no ha tenido la infraestructura necesaria para actuar como prestamista. La falta de confianza ha hecho mella en los bancos islandeses porque los mercados no han creído que su Gobierno tuviera capacidad para respaldar el sistema bancario. De hecho, algunos de los países en los que operan las entidades islandesas ya salieron a su rescate. Los bancos centrales de Suecia, Noruega y Dinamarca concedieron en mayo de 2008 un crédito de 1.500 millones de euros a su homólogo islandés para fortalecer su moneda y estabilizar la economía del país, aunque los resultados no han fructificado en la medida de lo deseable.

La crisis financiera ha ido pareja a un deterioro de las variables macroeconómicas del país norteño. La inflación se ha disparado hasta rayar el 15 por ciento (al inicio de
la crisis estaba sobre el 5 por ciento), una subida acentuada por el derrumbe de la divisa islandesa: a principios de 2008 un euro se cambiaba por unas 62 coronas, mientras que el tipo de cambio que muestra ahora el banco central, el Sedlabanki, es de 183, una depreciación que amenaza con asfixiar el comercio exterior de un país que depende fuertemente de las importaciones. El Sedlabanki ha subido los tipos de interés hasta cotas inimaginables para controlar la inflación y apoyar la devaluada corona.

Incapaces
Islandia se ha mostrado incapaz de salir del agujero por sí misma. El Gobierno se ha sometido al asesoramiento del FMI y en cierto momento sobrevoló el fantasma de solicitar un programa de ayuda económica (algo habitualmente reservado a países en vías de desarrollo o directamente, pobres).

Lo que sí se ha confirmado es la reapertura del recurrente debate sobre la integración en la Unión Europea que ya se ha vuelto a poner sobre la mesa.

La crisis islandesa también ha puesto de manifiesto que la consigna sálvese quien pueda es válida en momentos de tribulación, empezando por los directivos financieros y parte de la clase política. No en vano, el gobierno presidido por el conservador Geir Haarde, se vio obligado a dimitir, cerrando así 18 años de poder de la derecha. En la actualidad, es la socialdemócrata Jóhanna Sigurðardóttir, la que rige los destinos del país.

Pero aquellos que no han podido salvarse han sido los ciudadanos de clase media, los más damnificados por el estallido del géiser financiero. Algo raro de ver en las calles de Reikiavik eran las manifestaciones. Las ha habido, al estilo islandés (tranquilas, sosegadas), pero manifestaciones al fin y al cabo. En algunas de ellas, han participado José y Moses. El primero español, el segundo chileno. Ambos emigrantes en tierra extraña y con negocio propios. A los dos les ha afectado la recesión de forma distinta.

José, afincado en la isla desde hace diez años, cuenta que en el restaurante donde él es encargado aún no se nota demasiado la crisis, porque dice estar todo casi como siempre. Sin embargo, como ciudadano ve que “las cosas no van bien en el país como si iban antes”. Un caso distinto es el de Moses Kjartan, que vive en Islandia desde hace nueve años. Él ha visto como su negocio de importación de productos españoles se ha venido abajo de golpe. El banco no le da crédito para poder traer sus productos. Aún así, tiene esperanza en recuperar lo perdido.

Sólo dos casos de cómo se vive la crisis en Islandia. Un país que busca salidas a la encerrona que la avaricia de unos pocos ha creado.

Continuará...

Un reportaje de Raúl Moreno y Miguel Á. Bolaños



lunes, 23 de noviembre de 2009

ISLANDIA (I): EL GLACIAR ECONÓMICO


I
gual que una erupción volcánica hizo desaparecer en 1883 la isla indonesia de Krakatoa, el huracán financiero mundial se ha llevado por delante la economía de otra isla volcánica. Islandia, que en la última década se había convertido en un modelo de moderna prosperidad, llegando incluso a liderar los índices de desarrollo humano, se encuentra al borde del colapso. La recesión (iniciada con la quiebra del sistema de hipotecas sub prime en Estados Unidos), se ha cebado en este pequeño país donde todo el oro que relucía ha perdido su brillo. El sistema bancario -basado en dos o tres entidades financieras que capitalizaban la mayoría de recursos monetarios del país-, tardó poco en caer y arrastró al desastre tanto la economía del país como la de muchas familias de clase media. ¿Cómo ha podido llegar hasta aquí un país que en 2004 y 2005 creció más del 7 por ciento y en 2006 y 2007 por encima del 4?

Las pruebas del fracaso
Las obras paradas en Reikiavik, la capital, es una imagen habitual desde que la crisis financiera golpeó con fuerza al país hace ahora un año. Muchas de estas construcciones inacabadas podrían seguir así durante una década. El sector ha sido el primero en sufrir las consecuencias de la quiebra del sistema bancario islandés que ha colocado al país al borde de la bancarrota.

Echando la vista atrás, el 6 de octubre de 2008, el entonces primer ministro Geir Haarde, anunció a los islandeses medidas excepcionales para salvar el sistema bancario. El Gobierno se temía lo peor... pero el panorama iba a ser más terrible de lo que en un principio se pensaba. Eso fue la mecha que provocó el estallido de la crisis. Doce meses más tarde y tras recurrir a un préstamo internacional de casi 8.000 millones de euros bajo la égida del Fondo Monetario Internacional, la economía islandesa está en un pozo.

En toda crisis económica, la clase trabajadora es la gran sufridora. En un país con unos altísimos índices de desarrollo, el desempleo era prácticamente desconocido. La tasa oscilaba entre el uno y el tres por ciento (siempre en el peor de los casos), mientras que ahora se acerca al 10. Lo de la inflación es aún más sangrante puesto que alcanza el 15,2 por ciento, aunque meses atrás ha alcanzado un techo superior. El déficit presupuestario llegó al 13,5 por ciento este año, mientras que el PIB se contrajo hasta el 10 por ciento.

La moneda por los suelos
La época de vacas flacas se instaló en las vidas de los fríos islandeses que cuando vieron en serio peligro sus economías, empezaron a calentarse. Las clases medias son además las grandes damnificadas por este negro escenario en el que han visto duplicarse sus hipotecas. Sin llegar a la casuística que se da en otros países, en Islandia se ha certificado que la vida no era color de rosa y que el crecimiento económico previo, era irreal. Mientras la corona islandesa se depreciaba con respecto a monedas más fuertes como el euro (en este momento se cambia a 183 coronas, pero
ha llegado a pagarse 300=1), los precios de los productos básicos empezaban a subir. Como se repite en cualquier crisis, lo que no subían eran los salarios. Ante los pagos mensuales de cada familia, los islandeses han tenido que recurrir a congelar mensualidades regularmente, pero ésta ha sido una solución momentánea, a expensas de que el Gobierno (que en mitad del embrollo económico cambió de caras), ponga rumbo a la recuperación. Por su parte, el elevado número de desempleados, sin perspectivas claras en el país, comienzan a pensar seriamente en emigrar hacia economías más potentes y que ya están experimentando crecimiento positivo, caso de Alemania, Dinamarca o Suecia.

Hablábamos antes de soluciones: con el otrora robusto sector bancario arruinado (el Gobierno tuvo que nacionalizar las tres principales entidades del país: Glitnir, Landsbanki y Kaupthing), Islandia se vuelve hacia otras actividades de menos riesgo que actúen de acicate de la recuperación.

El derrumbe del sistema bancario islandés es un ejemplo definitorio de lo que ha sido la crisis a nivel global. El pecado de los bancos islandeses ha sido el haber crecido demasiado perteneciendo a un país pequeño y con una moneda que nadie quiere en momentos de crisis. Tras la privatización del sector en la década pasada, se inició una agresiva expansión exterior que llenó Europa de activos y pasivos bancarios islandeses.

Durante años, el crecimiento de los bancos se vio impulsado por los bajos tipos de interés a que podían endeudarse en todo el mundo para, a su vez, prestar esos fondos, y no sólo en Islandia.

A finales de 2007, los activos bancarios de este país equivalían al 800 por ciento del Producto Interior Bruto y se extendían por países como Suecia, Noruega o Dinamarca. Pero esa rueda de endeudamiento/inversión se detuvo el pasado verano, cuando ya nadie quiso prestar más a los ávidos bancos islandeses. Entonces, ¿qué puede hacer un país con reservas de divisas por un importe de tan sólo 2.000 millones de euros en caso de que su sector bancario, con 100.000 millones de euros de activos repartidos por Europa, esté en peligro?

Tras la catástrofe, las vías de escape. Una de las actividades con las que los islandesdes quieren salir del embrollo es la exportación de aluminio, amplia fuente de ingresos, pero a la que la caída de los los precios internacionales también ha afectado gravemente. El mismo problema se plantea con las exportaciones derivadas de la pesca, la actividad tradicional en Islandia. El turismo es otro sector en alza, aprovechando la caída de la corona frente a un euro fuerte. Por eso, miles de habitantes de la Zona Euro, han puesto su vista en un paraíso natural en el que algunos creyeron ver otro tipo de paraíso (fiscal), que ahora ha quedado derruido.

Continuará...


Un reportaje de Raúl Moreno y Miguel Á. Bolaños



domingo, 22 de noviembre de 2009

EXECRABLE POLITIZACIÓN


D
icen los familiares de los tripulantes vascos del Alakrana que no acudieron a dar la bienvenida a sus familiares a Seychelles (en viaje organizado por el Estado) porque se sentían utilizados por el Ejecutivo. Partiendo de la base de que el Gobierno ha hecho lo que tenía que hacer (poner de su parte para solucionar este conflicto), y que el secuestro fue “facilitado” por el propio armador del barco por consentir que se faenara en zona vedada para los pescadores al estar infestada de piratas, resulta inconcebible que se piense que Zapatero va a sacar réditos políticos de ese traslado a las Seychelles de las familias que llevaban penando 47 días sin saber casi nada de sus familiares.

Por otro lado, la actitud del Partido Popular en estos días dista mucho de lo que se entiende por elegancia política y respeto institucional. Nada más tocar puerto seguro, las cohortes de Rajoy fueron a la yugular de un Gobierno que ha actuado cuando la sensatez lo requería. ¿Quién quiere sacar partido del secuestro del Alakrana?

Donde también intenta picar estos días el PP es en el asunto SITEL, ese sistema de escuchas que consideran reprochable cuando los papeles muestran que fueron Acebes, Rajoy y Aznar los que lo instalaron. La Justicia le ha otorgado pátina de legalidad al sistema y aún así, a cuenta de la trifulca entre González Pons y Rubalcaba del otro día, el PP ataca con este nuevo ariete a un Gobierno zarandeado por la crisis económica, que en estos momentos, es el principal problema del país.

Sin embargo, debemos preguntarnos a qué viene el interés del PP por este sistema y por qué contadiciendo el sentir de los jueces, pide encarecidas explicaciones al Gobierno. Es curioso como un caso de corrupción, como el Gürtel, fraguado en escuchas telefónicas, esté desvelando el sueño de los populares. Huele y mucho a que el PP quiere “matar” un sistema que puede enterrar las aspiraciones de Rajoy de ser presidente del Gobierno.



sábado, 21 de noviembre de 2009

TIEMPOS MUERTOS


S
ólo son diez minutos, a lo sumo, un cuarto de hora. Escaso tiempo para mostrar habilidades sobre el parquet, pero sin embargo, un espacio de diversión para estos chavales que aprovechan la mínima para echar a rodar el balón y mostrar algunos detalles técnicos de crack. Lástima que la salida de los jugadores “grandes” y los señores de negro, rompan las ganas de estos futuros genios por echar un rondito ante la mirada entusiasmada de la parroquia local. Otra vez será chicos.

Foto: Laura Arroyo.



jueves, 19 de noviembre de 2009

LA MUERTE SE ACERCA AL TAJO... OTRA VEZ


A
costumbrados como estamos los periodistas a dar noticias negativas, a veces el gremio tiene la sensación de que quedamos insensibilizados ante ciertas tragedias. Cada cierto tiempo, los accidentes laborales copan nuestros titulares. Una lacra que a pesar de la reducción experimentada en los últimos años gracias a que inequívocamente la prevención es el arma más efectiva para luchar contra ella, sigue siendo noticia. Y ahí sí que los que trabajamos en medios de comunicación, debemos dejar de lado nuestro particular “aislamiento” para contar las cosas como son y hacer votos en la defensa de un puesto de trabajo seguro en el que tanto patrón como obrero salgan ganando, uno con sus beneficios y el otro consiguiendo llevar el salario mensual a sus hogares.

La noticia del fallecimiento de dos trabajadores en Valladolid mientras montaban una torre eólica ha caido como un jarro de agua fría en Albacete puesto que ambos trabajaban para una empresa de la capital. El más joven de los dos era natural de la ciudad. Una vez más, tenemos que estar junto a sus familias y mostrarles nuestro más sentido pésame.

En estos tiempos duros para los trabajadores, hay motivo para reclamar una potenciación de las medidas de seguridad en el entorno laboral. Ahora que parece que los sindicatos y la patronal se ponen de acuerdo en la negociación colectiva, es momento para recordar que el cumplimiento de las medidas de seguridad debe ser el pan nuestro de cada día en el tajo. No valen tibiezas en la defensa del bienestar del trabajador en este ámbito y todos deben poner de su parte para que la tasa de siniestralidad siga cayendo en picado.

También es buen momento de reclamar un grado mayor de cumplimiento de estas medidas en las marchas o manifestaciones que las centrales sindicales quieren realizar próximamente, actos que deben servir para construir alternativas ante la posibilidad de se sigan destruyendo vidas.



martes, 17 de noviembre de 2009

UNIDOS A LA BÚLGARA


L
o ha dicho, que conste: “Nosotros somos distintos y diferentes a los que gobiernan”. En decirlo tardó diez segundos. Los tiempos en política que se alargan más de lo deseable y saludable (para nuestras neuronas, claro). Distintos y diferentes son según Mariano Rajoy, los del PP con respecto a los del PSOE. Si se analiza el resto del discurso que el líder popular pronunció este fin de semana en Barcelona tendremos un claro ejemplo de lo aventajados que están nuestros políticos en el arte de hablar mucho y no decir nada, circunstancia que penosamente se extiende por todos los partidos sin excepción.

Distintos y diferentes. Hay que ser lo contrario del enemigo pero en nuestra casa todos iguales. El PP ha salido de su convención catalana con el ánimo unido y resueltos a ser alternativa, algo de lo que al parecer, aún no se habían dado cuenta si nos atenemos a las reacciones populares tras el discurso de Rajoy. Un líder, un proyecto, un partido. Esa fue la conclusión extraída por María Dolores de Cospedal. Unidad, unidad y unidad, sin derecho a la réplica o a la contestación interna, signo inequívoco, según los del PP (pero también los del PSOE, los de CiU o los de UPyD), de problemas.

En las actuales organizaciones políticas el debate interno está mal visto. Lo que hace treinta años, en plena Transición veíamos como el summum del ejercicio democrático, ahora está desfasado y cuenta más el poder omnímodo y la adulación a la figura del líder que el exponer otros puntos de vista que quizás también puedan aportar algo a la vida política. Pero en España, el paraíso para la participación desde la diferencia de opiniones quedó enterrado por la unidad ideológica, algo que particularmente me pone los pelos como escarpias. Un nuevo paso hacia fantasías distópicas en plan orwelliano que cada vez vemos más cerca. Que no, que no exagero.

Es curioso cómo la unidad se ve como un ejercicio de ablución política en estos tiempos difíciles para el arte de la política, mientras que hace años y en otros entornos, era sinónimo de dictadura. Pero, ¿qué separa realmente a un Fidel Castro que hablaba con verbo florido y vacuidad de conceptos hacia una masa enfervorizada que le reverenciaba, de un Rajoy o un Zapatero que hablan y hablan sin aportar nada o casi nada mientras la muchedumbre aplaude entusiasmada? Unidad a la búlgara. Malos tiempos para la Retórica, amigos.

El líder del PP pidió unidad y limpieza a los suyos. Es curioso como el mismo día que lo decía, su amigo Camps (ese ante el que estaría siempre delante, detrás o donde fuera con tal de defenderlo), se alejaba de Mariano en un Ferrari azul embarrando más aún una imagen que está cogida por pinzas.



miércoles, 11 de noviembre de 2009

CUMPLEAÑOS FELIZ

H
hoy hace justo un año que echaba a andar este blog. Reino de Taifa quiso convertirse en una puerta abierta a una visión del mundo (otra más), desde una perspectiva localista. Desde ese 11 de noviembre de 2008, aquí se ha hablado (y debatido, gracias a las aportaciones de los que se pasaban por la bitácora), de Albacete, de España, del mundo, de cosas serias, de otras menos serias aunque todas ellas muy importantes, según la opinión del que esto suscribe.

Han sido 365 días, doce meses con causa, en el que a razón de casi 18 pinchazos diarios, se ha llegado a la cifra de 6461 visitas (hasta el momento). A día de hoy se han colgado 167 textos que esperan verse acompañados por alguno más en esta andadura que continúa con más ánimos y esperanza que el primer día.

A todos aquellos que os habéis pasado por estos dominios, gracias.

El rey (sin corona y con ganas de República) de Taifa.



martes, 10 de noviembre de 2009

APUNTALANDO EL EDIFICIO DE LA EDUCACIÓN


A
lgo chirría. No es posible que cada vez que tenemos conocimiento de informes de organismos internacionales sobre niveles de educación en España, agachemos la cerviz por la vergüenza de vernos en el vagón de cola a causa de las escandalosas tasas de fracaso escolar que parecen enfermedad perenne en nuestra sociedad.

Una cosa está clara: en la educación de nuestros hijos debe realizarse un esfuerzo común. El profesor no es el educador exclusivo. Los padres (que parecen haber dimitido de esta tarea), deben asumir su responsabilidad y a nivel general, debe ser toda la comunidad, toda la sociedad, la que provea de los elementos necesarios para un desarrollo integral y eficaz de nuestra población más joven.

En este sentido, cobran especial importancia las influencias que ellos reciben de medios como la televisión o internet. En días pasados, se ha debatido en Madrid sobre este particular. Se ha expuesto una radiografía de la situación actual, nada halagüeña por otra parte, y se han intentado vertebrar soluciones, que por difíciles que sean de tomar, son absolutamente perentóreas.

Pero nos encontramos con dificultades en ese horizonte. Internet supone una fuente de saber, pero sin controles, lleva hacia informaciones erróneas y/o poco recomendables. Los niños y jóvenes son auténticas esponjas sin un filtro definido. Es ahí donde docentes y padres tienen que estar atentos, especialmente éstos últimos.

Otra cosa es la tele. En este campo, la educación choca con los intereses mercantilistas de las empresas televisivas. Si el espectador pide carnaza en formato rosa, lo tiene, y en horario infantil. La degradación de la televisión como vehículo de transmisión de conocimientos es tal que espacios educativos como los que hace dos décadas poblaban la parrilla, serían hoy imposibles de programar porque no son rentables en términos de audiencia y de publicidad.

Toca pensar (y mucho). Lo que ocurre es que estos planteamientos llegan tarde. Como siempre.



viernes, 6 de noviembre de 2009

CHAPUZAS ESPAÑA, SA


Q
ue entre las cualidades del español no figura la eficiencia británica o la constancia germana es algo sabido. Que durante muchos años se nos veía más allá de los Pirineos como gente que tira de improvisación, también. Y que lo de jugar a espías nunca se nos dio bien, pues ya se lo pueden imaginar. Más incluso, después de echarle un vistazo a un libro que acaba de ser publicado sobre la historia del MI5, el servicio secreto británico.

Para que se hagan una idea (extremista, hiperbolizada, totalmente exagerada pero que bien podría ser real). En plena Segunda Guerra Mundial, mientras el Reino Unido tenía en nómina al mejor James Bond de todos, nosotros contábamos con Anacleto, agente secreto. Mientras el primero pedía martinis con vodka, el segundo se desvivía por un bocata de anchoas. ¿Exagera el articulista en su comparación de los servicios secretos de un país y de otro? Pues no. En el libro La defensa del reino, de Christopher Andrew, se cuentan las andanzas de espías españoles enviados por Serrano Suñer, ministro filonazi de Exteriores de Franco, a la embajada patria en Londres. Y lo que en esas páginas se narra es de chiste. La chapuza por la chapuza, algo que daba vergüenza ajena (sentimiento que por cierto, no se sabe qué es en el mundo anglosajón, quizás por eso se la denomina spanish shame), y que aunque no nos lo contara un profundo conocedor del funcionamiento del MI5, nos lo creeríamos a pie juntillas.

En La defensa del reino, Andrew dedica un intenso relato a narrar la inquieta época en la que el juego de espías se hacía necesario para intentar desestabilizar al enemigo. Como es lógico, el Foreign Office puso su mirada en la embajada española puesto que sabía que era nido de acogida de filonazis en la capital británica. Como contramedida, Serrano Suñer envió a un grupo de espías (por llamarlos de alguna forma), que encabezaba un ex torero que se dedicó durante años al noble oficio de limpiabotas en Madrid y que cuando lo invitaba al Savoy a comer se zampaba el pescado con los dedos, un aprendiz de periodista que acabó seduciendo a muchas damas inglesas o a un español empleado de la sede diplomática que por unas “perrillas” pasaba pilas y pilas de documentos cifrados al MI5, entre otros anecdóticos casos. En menos de un mes, los ingleses conocían los pasos del embajador y su séquito al dedillo. Además conocieron que eran una veintena de presuntos espías los que intentaban conseguir información para el III Reich. Sin embargo, Berlín echaría de menos cualquier tipo de información, mientras que el Foreign Office caló desde el primer momento al torero, al periodista y a otras figuras de la farándula que pululaban por la embajada.



Estos humorísticos episodios no han parado de producirse en la historia reciente de España. Hay que decirlo con todas las letras. Hemos sido especialistas en ser unos chapuceros, aunque a marchas forzadas hemos intentado quitarnos ese lastre en la etapa democrática. El franquismo fue una pesada losa para la imagen de España en el exterior y es que a la mantilla y peineta, hemos conocido ahora que no servíamos ni siquiera para poner la oreja... Claro, que no tenían como portera a un Jorge Javier Vázquez como nosotros.



martes, 3 de noviembre de 2009

¿EL NUEVO SAQUEO DE ESPAÑA?


E
n los peores momentos del Gobierno de Felipe González, con los GAL, los Filesa, Roldanes, Marianos Rubios, y demás calaña, campando por doquier en titulares de prensa y juzgados, una pareja de periodistas no precisamente devotos del felipismo escribieron una crónica de aquellos años a la que bautizaron El saqueo de España. Para ahorrarles la lectura, venían a decir estos insignes plumillas (ella es ahora tertuliana telecinquera y pancartera al por mayor) que los socialistas habían utilizado sus casi 14 años de gestión “para robar”.

En estos días ingratos para el oficio político, en el que sobrevivir es un arte, surgen Malayas, Gürteles, Pretorias y algunos chanchullos menores que no dejan de ser carnaza para la desvergüenza de los servidores de la res publica. Los medios de comunicación se relamen por ver de nuevo a ciertos políticos dirigirse a la puerta del juzgado para dar cuenta de sus andanzas al filo de la ley.

El caso es que tanto entonces como ahora, se demuestra que la enfermedad de la corrupción (algo inherente al ser humano si tiramos de ideario maquiavélico), no es exclusiva de unas siglas para resbalarle a otras. Aquí todos “trincan” para vergüenza ajena y a los hechos nos remitimos, y ésto debe servir de aldabonazo para que los partidos políticos hagan examen de conciencia y empiecen a aplicar “prácticas de saneamiento”. A saber: por mucho que nos creamos aquello que decía Platón de que el “hombre es un ser político”, nadie sabe de política a priori. Se aprende cuando se “hace” política. El error aparece cuando junto con el servicio público aparecen las malas prácticas. Es ahí donde los partidos, deben actuar buscando a los primus inter pares para que sean éstos los que se ocupen de trabajar por los demás. El problema es que en un país donde hemos convivido con una cultura del dinero fácil, acabar con las manzanas podridas es tarea de titanes. Y ahí no se escapa ni PSOE ni PP. ¿O es que sólo saqueaban los socialistas?



lunes, 2 de noviembre de 2009

LOS PILARES DE LA REVOLUCIÓN


E
l 4 de noviembre de 2008, Estados Unidos vivió otra fecha épica en su historia: acababa de ser elegido su primer presidente negro. Barack Obama se llevó al huerto al americano medio, independiente y desideologizado, que es el que hace ganar o perder unas presidenciales e hizo creer a todos en ese mantra que no se hartó de repetir. El yes, we can puso la nota heroica al ser el catalizador de las esperanzas de millones de personas que veían en el nuevo presidente a un nuevo mesías.

Han pasado doce meses y aunque su índice de popularidad sigue siendo alto, Obama debe clarificar su acción de gobierno. Tenemos que saber si se va a quedar en el presidente de las esperanzas frustradas o en el iniciador de una nueva era en Estados Unidos y en el orden mundial. Si va para Roosevelt (que con su New Deal redefinió el papel hegemónico del país), o se queda en un simple Carter, que a pesar de sus buenas intenciones, ha resultado ser un residuo entre dos etapas de la historia política de EEUU.

Obama empezó fuerte su administración. Sus intentos por cerrar Guantánamo, por acabar con la sangría en Afganistán e Irak, sus planes de reactivación económica y su impulso legislativo en materia sanitaria y energética son buenos cimientos para construir una revolución global, que más o menos es lo que vieron en él algunos de sus más irredentos adeptos.

Sin embargo, falta determinación. Está claro que en un año no se pueden ver objetivos cumplidos, pero Obama puede verse en poco tiempo (si no lo está ya), esclavo de sus promesas, ya que sabe que algunas tendrán que ser matizadas (por ejemplo en el caso de propuestas sobre inmigración o derecho de los homosexuales), y otras ni siquiera se podrán cumplir.

Si el presidente de EEUU es capaz de sacar adelante algunas de estas propuestas (imagínense un sistema sanitario público en ese país), podremos decir que ha triunfado. Le falta definir la estrategia, convencer a los indecisos y apostar por una revolución que lleva pendiente en Estados Unidos desde hace decenios. Una nueva era puede que esté a punto de empezar.



domingo, 1 de noviembre de 2009

EL ALBA TIENE UN COMODÍN


U
n comodín... o lo que es lo mismo... Cuenta con el Joker en sus filas. Por lo menos eso es lo que parece al ver a este aficionado que aprovechando que se celebraba la fiesta de Halloween, se puso la sonrisa de la némesis de Batman como intentando conjurar una posible derrota del Alba ante el Murcia que hubiese puesto contra las cuerdas a Pepe ídem. Al final, el Joker sonríe (como siempre), los aficionados también y el entrenador de los manchegos se siente hoy como Batman con traje nuevo.

Foto: Laura Arroyo.