viernes, 28 de mayo de 2010

INJUSTICIAS Y DESCONFIANZA


V
ayan preparando el cilicio que vamos a purgar nuestros pecados un ratito porque no lo hemos hecho bien... Vale, creo que he empezado por el final y como no quiero ser un aprendiz de David Lynch travestido de columnista semanal, vamos a dar a este artículo forma canónica con su planteamiento, nudo y desenlace.

La justicia está en boca de todos. En el último año con casos tan publicitados como los de Mari Luz, Marta del Castillo o la odisea de Garzón, todos hemos opinado y parece que todos somos doctos en Derecho. Que si aplicación íntegra de las penas, que si luz verde a la cadena perpetua, que si endurecimiento de la ley, que si cambio en al Código Penal, que si cárcel para los menores, que si prevaricaciones por aquí y por allá... Mano dura, palo y tentetieso. Todos estamos invitados al festín donde cada uno toma el ala o la pechuga que más le conviene.

Los periodistas nos relamemos con los casos judiciales. Seguimos con denuedo los problemas del juez Garzón, damos nuestra opinión sobre la cadena perpetua (e incluso sobre la pena capital), aplaudimos o reprobamos las actuaciones de los magistrados según causen más o menos alarma social o analizamos sesudamente sentencias que creemos pueden ser interesantes para el que recibe el fruto de nuestro trabajo. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones somos nosotros los culpables de una maximalización de la justicia, del hacer de un grano una montaña de arena, de abrir falsas vías de debate implicando a agentes que poco o nada tienen que decir sobre ciertos casos. Tomemos el supuesto de un caso en el que una niña desaparece, existen unos presuntos culpables y el cadáver no aparece. Eso no es un caso aislado, no es sólo Marta del Castillo. Desgraciadamente ocurre en muchas ocasiones (¿qué sabemos si no, del caso de Yeremi, el niño canario? Antes era el foco de atención, ahora nada y mientras la familia sigue con su sufrimiento). Sin embargo, hemos focalizado nuestra atención en ese caso y parece que no hay más. La gente, al oír hablar de ello, opina y muchas veces lo hacen de forma inadecuada. La justicia sale perdiendo en este fuego cruzado de afirmaciones porque a menudo, los medios de comunicación no saben canalizar la información que se desprende de esos casos ni tampoco sabe explicar los métodos que están al alcance de la justicia para imponer el imperio de la ley.

¿Por qué tenemos una opinión preconcebida de la justicia basada en un par de supuestos? Es lo que vende. Es lo que la gente parece que quiere oír. Lo que pasa es que nos llega una visión totalmente sesgada de nuestro sistema judicial (al que también habría que enmendarle la plana por ciertos fallos). Falta amplitud de miras y sobra la soberbia de quien cree tener en la mano todos los datos.



martes, 25 de mayo de 2010

TIMOS 2.0

L
a crisis no va con algunos. No con aquellos que ven en las dificultades una nueva forma de ganar ingentes cantidades de dinero a costa de la confianza de los demás. Siempre me ha parecido un timo el ganar dinero fácil y siempre me ha parecido que empresas fantasmas, campañas de publicidad matutinas de préstamos de dinero “fácil” e inversiones asombrosas en chorradas como sellos y cosas similares, desprenden el pestilente aroma de la peor versión del feroz capitalismo.



Nos enteramos hace unos días que ha caído otro timo de la estampita versión 2.0. Los listos de siempre que han creído que en momentos como éste es el indicado para sacarle los cuartos a unos cuantos ilusos alentados por el dinero que nunca duerme.

Hablando de dineros que nunca duermen, ese es el subtítulo de la secuela de la película Wall Street que hace dos décadas significó el modelo definitorio del tiburón financiero. Ese Gordon Gekko (magistralmente interpretado por Michael Douglas), acabó con sus huesos en la cárcel, por hacer del dinero su religión... además de querer imponérsela a los demás. Eso es precisamente lo que han querido hacer unos indeseables que mediante un sistema piramidal de estafa (los intereses de los primeros inversores se pagan con los fondos aportados por los clientes sucesivos, o bien, con los intereses de los créditos exprés), han querido seguir demostrando que España es un país de trileros de la más baja estofa. El tiro, eso sí les ha salido por la culata porque su chiringuito ha quedado desmontado.



Volverán las oscuras golondrinas... a entonar un cántico quejumbroso por el dolo sufrido. Luego pedirán ayuda y más tarde explicaciones al gobierno de turno por “permitir” estas situaciones. El mismo cantar con protagonistas cambiados. Sucedió con lo de los sellitos. Gente que confía en tontunas para ganar dinero fácil y cuando se quedan con el culo al aire, el culpable siempre es otro.

No sé si España es un país de trileros (particularmente me simpatizan más aquellos que eran como Tony Leblanc y compañía en Los tramposos), pero sí que pululan por ahí unos cuantos memos que o intentan engañar o se dejan. Vergüenza en un caso y en otro.




sábado, 22 de mayo de 2010

¿DE DÓNDE SERÁ?


P
ues de Cai... sin lugar a dudas. El orgullo de ser gaditano se paseaba hace unos días por las calles de Albacete prendido de esa camisetita. Pequeño soporte para la grandeza de un mensaje. Y es que esto sólo demuestra otro tipo de grandeza: la de una ciudad como la manchega que acoge a foráneos que en poco tiempo dejan de serlo. Albaceteños orgullosos de que los que vienen de fuera se sientan como en casa... aunque recuerden que como en Cádiz (o Cai), casi como en ningún sitio.

Foto: Laura Arroyo



viernes, 21 de mayo de 2010

ARRIBA Y ABAJO


A
unque las personas, los manifestantes se vayan, la protesta continúa. La polémica en torno a la instalación de un ascensor junto al colegio Villacerrada está causando polémica. Una polémica, que al igual que elevador, sube y baja dependiendo de quien tome la palabra. Lo que está claro es que Albacete, una ciudad que hace de la accesibilidad una de sus banderas, no puede permitir una plaza a la que sólo se pueda acceder por escaleras. Ante esta tesitura, el diálogo y la mesura deben imponerse.

Foto: Laura Arroyo.



martes, 18 de mayo de 2010

ENCUESTAS


P
ónganse ustedes a creer en encuestas. En la misma semana hemos tenido una que dice que el PSOE le recorta la ventaja al PP en intención de voto hasta casi llegar al empate técnico y otra (el domingo) que expone que Mariano Rajoy aventaja en nueve puntos a Zapatero. El mazazo de los recortes da para la desconfianza del electorado, pero en una ciencia como la estadística (que dice que si tu vecino tiene dos coches y tú no tienes ninguno, ambos tenéis uno), uno ya no sabe a qué atenerse.



lunes, 17 de mayo de 2010

PECULIO Y FE


L
a batalla ha finalizado. Las huestes de uno y otro se retiran, unas victoriosas, otras decepcionadas con una derrota sin paliativos. Lo demás importaba poco. Es la magia de ese deporte que mueve masas (incluso, de dinero), llamado fútbol y que por fin ha llegado a su clímax con un final apretado después de 38 jornadas exigentes para todos y en especial, para los dos equipos que se han disputado el título.

Barcelona y Real Madrid han sido los protagonistas de este campeonato. Uno, venía con la vitola de ser el mejor equipo del mundo. Seis títulos en un año le avalaban. El otro, a golpe de talonario había juntado a un ramillete de estrellas y se postulaba como el candidato ideal para arrebatar al Barça su condición de equipo-guía del fútbol patrio. Pero a pesar de haber cosechado unos números de campeón (96 puntos, 102 goles a favor) y de tener en nómina a dos goleadores excelsos como Cristiano Ronaldo y Gonzalo Higuaín, los merengues se han quedado con las ganas y un nuevo proyecto de Florentino Pérez se ha ido a pique por culpa de un equipo construido con las bases de la sensatez y sostenido por un Pep Guardiola, convertido ahora en el faro que todo lo alumbra no sólo en el fútbol español, también en el internacional.

Dos modelos se han enfrentado. Siendo superficiales podríamos apelar a aquello de que la cantera ha ganado a la cartera. No es cierto. Hace unos días, un periodista extranjero escribía que mientras que el Madrid tiene detrás a los aficionados, el Barcelona tiene detrás todo un pueblo. Cuestión de caracteres también en la faceta deportiva. Mientras Guardiola se ha hecho amo y señor de esta parcela, en la capital de España el presidente teme perder su vena intervencionista. La luz constante de este Barça no se ha apagado por los valores en los que ha insistido una y otra vez un Guardiola, todo humildad y perseverencia. Los objetivos se alcanzan cuando los deseas y los jugadores blaugranas han sido los que más lo han querido.

La fe ha vuelto a demostrar su poderío, a fin de cuentas, frente a la arrogante posición del vil peculio.



PEPE EL TROMPETA


A
hora que están de moda las tv movies podrían hacer una sobre la historia de Pepe el Trompeta, porque no me negarán que ingredientes tiene. Un hombre humilde, trabajador, sin saber nunca qué fue de su padre, abandonado en una inclusa y una revelación materna. La búsqueda por esos mundos de dios del progenitor ignoto y un descubrimiento sorprendente: la riqueza y la nobleza llama a su puerta. El destino: la llanura manchega. Un cadáver que desenterrar, rastros de ADN, una investigación a punto de cerrarse. Hitchcock, culebrón, ‘CSI’. ¿Quién prepara el guión?



domingo, 16 de mayo de 2010

BANDAZOS


Z
apatero sorprendió (o no) a propios y extraños al exponer al fin un paquete concreto, exacto y tajante de medidas para salvar a España de meterse en fangos como en los que se ha hundido la economía griega en los últimos tiempos. El presidente ha aprendido una cosa esta semana: el pragmatismo de quien ostenta el poder gana casi siempre a la cartera de ideales con la que se presenta ante la ciudadanía. Muchos de sus votantes se habrán sentido traicionados por las iniciativas que pondrán en marcha porque está claro que a nadie le gusta que se hablen de recortes sociales. Pero es lo que tiene la crisis. Si no se recorta por algún sitio, nos abocamos al precipicio.
Los bandazos ideológicos del inquilino de la Moncloa han servido por lo menos para imponer cierto sosiego en los mercados y que las agencias de calificación (esas que han hecho su agosto con la crisis y que viven ahora su particular ratito de fama), parece que no van a quitarle el sueño a los socialistas.

En el bando contrario, el PP ha vivido una semana rara y parece que las medidas del Gobierno ha trastocado un tanto sus planes. Entre eso, el PSOE que recorta la ventaja del PP en los sondeos y la incomoda posición de Francisco Camps dentro de la trama Gurtel, en Génova no ganan para sustos. Rajoy, ¡oh sorpresa!, sigue instalado en su ‘no a todo’, creyendo que el ‘cuanto peor, mejor’, le servirá para que ZP haga la mudanza de su actual morada y él la ocupe dentro de dos años. Si hasta esta semana, los populares hablaban de recortes, contención de gasto público, reformas profundas con precisión de cirujano y bajada de sueldos públicos (revisen hemerotecas), el líder de la oposición da un triple salto mortal y ahora se erige en portavoz de la causa social, criticando los ajustes del Ejecutivo. Se busca coherencia. Razón: Génova, 13.

En medio de todo queda el ciudadano que ha vivido una respuesta errática y tardía a la crisis económica y una alternativa que deja mucho que desear. Bandazos por un lado y por otro. El azuzado por el marasmo, el que paga todos estos vaivenes tiene ahora la sartén por el mango y tiempo por delante para tomar una decisión.



martes, 11 de mayo de 2010

HAITÍ PASA DE MODA


A
veces tengo la sensación de ser obrero en una fábrica de montaje. Pasa el producto por mis manos, le pongo un tornillo y se lo paso al siguiente para que remate la faena. Así sucede con ciertas noticias. Llegan impactando, las cogemos, las tratamos, las sobamos, le sacamos el jugo, le ponemos el lacito y le damos boleto. El periodismo de hoy se ha acostumbrado a un desacomplejado taylorismo que despoja de todo rastro de humanidad la labor realizada.

Los ejemplos son numerosos. Las aperturas de hoy son breves o simples notas a pie de página en la edición de mañana. Algunos asuntos trascienden. Les damos publicidad, buscamos el “reportaje de interés humano”, llamamos a las conciencias colectivas e individuales, añadimos unos puñados de miseria ajena adobada con datos de aquí y allá y ya tenemos distracción para unos cuantos días e incluso semanas. Sucede cada vez que nos tenemos que enfrentar a una gran catástrofe, como es el caso del terremoto de Haití. Abran cualquier periódico y cuenten las noticias, las veces que mencionamos a ese país en nuestras páginas. El ritmo de la actualidad que dirían algunos. Ya no es noticia el terremoto, ni los miles de muertos, ni el despliegue hollywoodiense de los chicos de Obama, ni la ayuda internacional. Sin embargo, allí sigue la vida (y la muerte). La ayuda se sigue repartiendo más mal que bien. La gente sigue palmándola porque lejos de mejorar la situación, Haití no levanta cabeza. Las ruinas siguen siendo el paisaje predominante mientras que el “mundo civilizado” empieza a mirar hacia otro sitio en busca de otra desgracia en la que podemos sacar a paseo nuestra compasión 'primermundista'. Nuevas catástrofes vendran y volveremos a iniciar el mismo ciclo. Así son las cosas.

La mercancía ya está entregada. Mientras en Haití intentan sacar la cabeza entre los escombros, los periodistas de ese otro mundo, buscan nuevos argumentos. Créanme, parece miserable. Es miserable, pero es lo que hay. En estos casos también mandan las modas. La colección de primavera-verano ha relevado a la del trágico invierno. Los ropajes de ayer ya adornan nuestras repletas papeleras camino del punto de reciclaje más cercano.



martes, 4 de mayo de 2010

LA PALABRA AMORDAZADA

E
ntre dos bandos en conflicto, pasan cosas. Historias cotidianas desapercibidas, ignotas, notas a pie de página de esta magna obra que es la vida. Son hechos poco destacables por cuanto no protagonizan los grandes titulares en los medios de comunicación. Entre dos bandos en conflicto, al lado de los civiles están ciertas personas que se juegan el tipo trabajando en una pasión... que a veces lleva a la ruina personal más absoluta.

Con una cámara de televisión al hombro... con una de fotos colgada a modo de bandolera. Con lápiz y papel a mano... Da igual. Lo que siempre está alerta es el instinto... el de supervivencia, para que el otro (el asesino), no alcance a aquel que se levanta cada mañana no con el interés de "ganarse las papas", sino de contar lo que el mundo no sabe, lo que el mundo no conoce. Se "ganan las papas" y se juegan la vida en el intento, pero ahí están ellos: miles de periodistas que aprenden en la redacción más dura de todas, en la que el fallo más mínimo puede dejarte sin libertad... o muerto.

Nueve reporteros han muerto este año y 165 han sido encarcelados. Otras 120 personas han sido detenidas por usar internet como medio de expresión. Corren malos tiempos para un tipo de periodismo que se aleja mucho de lo que se practica hoy en redacciones, acostumbradas a ir con el piloto automático puesto. Es buena ocasión por tanto de reivindicar y recordar el trabajo del PERIODISTA, tan denostado, por lo que tiene de conexión entre la realidad de ahí afuera y el acomodo al que estamos acostumbrados. La libertad de expresión es un bien escaso a merced del mercadeo de corruptelas y traiciones a los derechos humanos. En países como México, Colombia, Rusia, Birmania y tantos otros, pueden dar fe de ello. Sin embargo, la autocensura aplicada en muchos países del llamado Primer Mundo es un cáncer pernicioso para la profesión que diluye los principios esenciales: ya saben, eso de contar cómo está el mundo. Debemos entonar todos un mea culpa general si queremos dejar de emponzoñar los parámetros en los que se mueven los profesionales de la información.

Llega un punto en el que la verdad como fin último de nuestro trabajo diario, ha dejado de ser una prioridad, para convertirse en un peligro. Triste realidad para una profesión que ya sea en un país en conflicto o en el calor de una redacción cualquiera, mantiene a sus operarios atrincherados (diferentes tipos de trinchera, eso sí). Hay demasiadas cosas de las que protegerse.