sábado, 30 de diciembre de 2017

Reservoir pics XLIII


Se va acabando el año. Habrá que largarse...




martes, 26 de diciembre de 2017

Miau

Miau es un libro para amantes de los gatos y para los que no lo son. Es un libro para amantes de los idiomas y para los que no lo son. Es un libro para los que gustan de ediciones exquisitas, bien hechas y con pasión bibliófila y para quién no les gusta ese mundo. Miau es un auténtico regalo en el actual panorama editorial no solo local, sino nacional.

La Gata Editorial, pequeña y animosa creadora de libros mágicos, se atreve ahora con otro formato distinto. El artista plástico Muriel les encargó algo especial para su libro en el que el protagonista absoluto es un gato: el suyo. Y lo ha dibujado con paciencia, amor, detallismo y pundonor en una veintena de poses. Cada una de ellas va acompañada de la palabra "miau" en diversos idiomas, así que no quieran encontrar en él una lectura larga, pero sí que hallarán una exaltación plena de los sentidos. Adquieran el libro, abran por donde quieran y admiren el asombroso realismo de un felino al que el maullido se le escapa de los márgenes del papel. El realismo perfeccionista de Muriel se acompasa con la delicadeza del trazo y con la corporeidad de la figura del modelo. Un lujo sensorial en tiempos poco dados a la contemplación y a la absorción del conocimiento a través de los sentidos. Ni más ni menos que lo que se nos plantea con Miau.

¿Dónde pueden ustedes adquirir un ejemplar? En La Bodega de Artistas (calle La Vid, 14; Chiclana de la Frontera) o llamando al 615 10 06 90 o al 605 58 33 32. No se arrepentirán. Es el regalo perfecto para estas fechas.

Artículo original publicado en Berenjena Company.



domingo, 24 de diciembre de 2017

Reservoir pics XLII


Por mucho que el perro se mee, Clapton es un dios de la guitarra.



sábado, 23 de diciembre de 2017

Cosas por las que merece la pena vivir XIV

Ella Fitzgerald y Oscar Peterson. Asombrosos.





viernes, 22 de diciembre de 2017

Dame más

No sé qué coño de música escuchan los chavales de hoy. Dellafuente, Maluma, C. Tangana... Nombres absurdos, música absurda para tiempos de mierda. Ante eso, una fuerza de la naturaleza como Etta James. Puro magnetismo. ¡Aprended, cabrones!





jueves, 21 de diciembre de 2017

¡A la mierda los actores!

Foto: @zuhmalheur
A la mierda los actores... y los directores y los autores y los escenógrafos y los iluminadores y los tramoyistas y los sastres y los músicos... Con el 21 por ciento de IVA nos vamos a la mierda todos. Incluidos todos aquellos que participan en la ceremonia mística del teatro. Pero no se me vayan ustedes a la mierda, que les queremos un montón y deseamos además, que se enteren de una cosa buena que acaeció en el Teatro Moderno hace unos días.

La ocasión la pitan calva. Un actor investido del personaje de un actor en un monólogo nacido de la pluma de un actor (bueno, director que alguna que otra vez se metió a actor... ¡qué se le pasaría por la cabeza!). El caso es que Morraya Teatro traía a escena su tercer montaje, tras la buena acogida que tuvieron los dos anteriores. Con la autoría de Javier García Teba, muñidor del género de teatro mínimo, Paco López -alma mater de la compañía chiclanera-, se subió a las tablas para hablarnos de esas Memorias de un actor en paro, obra que dirigió para la ocasión el propio autor y que nos habla de las miserias terrenales y morales que conlleva ser actor en un mundo donde no se valora tal esfuerzo. Pero hubo un esfuerzo; máximo, titánico, para ofrecernos un montaje ligero, dinámico, lleno de recovecos ideológicos sobre la profesión de payaso, de caricato, de intérprete.

Un texto corto expandido conceptualmente a una diatriba en favor de la conquista de los sueños personales y en contra de las cortapisas sociales. El actor es actor desde que nace. Puede haber formación, puede haber experimentación, pero el espíritu está ahí desde los inicios. Y para ello, López sacó adelante un personaje complicado (¿qué personaje no lo es?) sacándolo de su zona de confort y haciendo un esfuerzo para darle matices cómicos y de paso, ofrecernos una muestra de lenguaje corporal que era digno de agradecer. Para Paco López lo fácil hubiese sido dejarse llevar por el gran material de partida (¿qué obra de Teba no lo es?) y pecar de acomodaticio, pero supo insuflarle bríos a un personaje que jugó a ser físico, esquivo, rocoso en algunos momentos y sentimental en otros. Apoyado en una escenografía sobria y en una iluminación que acompañó la narración con delicadeza y muchos matices, supo sacar algo del calor de un personaje que muestra la frialdad de un mundo que es capaz de detestarle y de paso, enviar ese calor al valiente público que se acercó a las instalaciones del Moderno en una desapacible noche.

Morraya Teatro sigue en su línea de hablarnos del lado de los desfavorecidos, de aquellos que no son agraciados con el mundo que les ha tocado vivir. Lo hicieron en su anterior montaje y amplifican el mensaje en esta obra de Javier García Teba que nos lleva a pensar de forma concienzuda si en vez de enviar a la mierda a los actores, habría que hacerlo con otros que se lo merecen mucho más. No en vano, un actor solo está aquí para hacernos la vida un poquito más alegre. Que no es moco de pavo, oiga.



jueves, 14 de diciembre de 2017

Feliz heavy metal!

Hoy pega ponerse temazos de Mötley Crüe...





miércoles, 13 de diciembre de 2017

Encontradizos

"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos".

Cortázar sigue dejándome KO.



Palabras que saben a Gloria

Muerte es que no nos miren los que amamos,
muerte es quedarse solo, mudo y quieto
y no poder gritar que sigues vivo.


La alegría vence a la muerte. Gloria se nos fue un día lanzando versos y regando de sonrisas nuestras vidas. Malditos aquellos que creen que no era buena poeta. Lo es tanto en cuanto, nos hacía felices. La poesía, el arte, la música, la risa... Hermanos de corazón y de razón. Aunque a veces la sinrazón sea buena compañera de viaje.

Foto: @zuhmalheur
Alegría la que nos llevamos al encontrarnos en Chiclana con Teatro de Malta que venía con uno de sus montajes de postín: el que precisamente lleva por título Alegría y que no es otra cosa que un inmenso homenaje al discurrir vital de Gloria Fuertes, poeta de luces que nunca dejará de guiarnos por la senda de la verdad y el conocimiento. Un espectáculo, premiado en los Max, y que lleva ya un recorrido intenso, largo y fructífero por la geografía española haciendo proselitismo de la obra de Gloria, que no es otra cosa que la obra de la vida. Ella hablaba seriamente a los niños de aprovechar el momento, de gozar con los pequeños placeres, de disfrutar con la música y las palabras, de jugar... Y Teatro de Malta nos llevó a un circo donde nos apresuramos a juguetear con libros y más libros. Volaron cuartetas, rimaron sonetos, se compusieron canciones y aparecieron las risas de la mano de doña Pito Piturra (¿o no era ella?) y del señor Antropelli (¿o no era él?), grandes anfitriones que invitaron al público (tirón de orejas a los chiclaneros por no acudir en masa a este espectáculo) a una función plagada de momentos mágicos, de pura ensoñación, de vertiginoso proceder y de risueño desenlace.

Es larga la trayectoria de Teatro de Malta en producciones pensadas ex profeso para los niños... pero que pueden ser igualmente disfrutables por los mayores. La vigorosa dramaturgia y dirección de Marta Torres, una mise-en-scène potente, música evocadora, más incluso cuando los personajes la producían y dos actuaciones de altura, las de Margarita Blurk y Delfín Caset, perfectos payasos (qué maravillosa profesión esa) con demostrado amor por el trabajo y que intercalando versos, personajes, historias de Gloria Fuertes en la dinámica del texto, supieron dar el justo homenaje a la poeta madrileña... y por ende, a todos nosotros que la queremos, la veneramos y la echamos cada día de menos.

Alegría es un montaje para ser disfrutado. Magnífica idea de partida, gran preparación escénica (preciosos tanto el vestuario como la iluminación). Está hecho para ser vivido. Está pensado para hacernos reflexionar sobre la valía de una vida vacía -la que nos quieren vender-, y la que realmente merece la pena -aquella que podemos construir con nuestros pensamientos y con unas cuantas palabras-. Fuertes lo sabía y por eso se empeñó en que nos enteráramos lanzando poemas a los cuatro vientos. Y Teatro de Malta es depositario del bien más preciado que ella supo dar al mundo: su voz y su palabra. No queda otra cosa que proclamar nuestra alegría por esas palabras que nos saben tanto a Gloria.



martes, 12 de diciembre de 2017

Apuesta a ganador

Foto: @zuhmalheur
Jugar solo es muy triste. No hay interacción, no buscas las miradas de los amigos, no encuentras la sorpresa en cada momento, sabes que siempre saldrás ganador del envite. Lo dicho, es triste. Por eso, hay que encontrar la complicidad en el otro, el entendimiento, el saber que hay un enfrentamiento cordial en el que dos, tres o más partes se lo apuestan todo para salir vencedores. Y Juan Carlos Avecilla es uno de estos locos osados.

Lo es porque sabe exponerse. En el mundo del arte es necesario ser un valiente, querer mostrarse aunque sea para equivocarse. No fue así en esta ocasión. Con Tic Tac Toe, el bailaor chiclanero trajo a las tablas del Teatro Moderno (después de presentarse el año pasado con Melómano) una idea para arraigarla en baile, en cante y toque esenciales, de amplio registro, de gran hondura y calado. Y lo hizo con la ayuda en la parte musical de Daniel Yagüe (guitarrista de raigambre, de toque atávico, que se hace notar sin casi percibirse su maestría) y con las voces serenas y sencillas de Desirée Paredes y Pablo Oliva: ella, sentimental y muy vivaz; él, grave y depositario de los cantes con más solera. Con este acompañamiento se construyó la historia de Tic Tac Toe, una coreografía barroca, conceptual, intensa y preciosista, que gusta de recrearse en detalles, en escorzos, un auténtico ejercicio de interpretacion y de caracterización del personaje del que Avecilla supo sacar todo el jugo.

Poseedor del toque magistral que muy pocos bailaores pueden demostrar ante el público, Juan Carlos quiso jugar con el respetable y con sus compañeros de escena. Sus gestos contaban una historia de felicidad, de ingenuidad, de sonrisa perpetua anclándose a los cantes y bailes más genuinos. Una auténtica clase para profanos en la materia ya que se recorrieron palos de muy diversa condición, pero también un divertimento de altura para aquellos entendidos en la materia. Del polvo que levantaban los pies de Juan Carlos del escenario surgían los ecos añejos de la soleá, la caña, el fandango, las alegrías y los tangos (cantes gaditanos que no pueden faltar y que levantaron al público en perfecta comunión con los artistas).

Jugamos a lo sencillo. Cuando éramos niños preferíamos la caja a lo que esta contenía. Cogíamos una tiza y trazábamos mundos imaginarios en el suelo. Con un amigo jugábamos al tres en raya y siempre queríamos ganar. Pero si no, no ocurría nada. Siempre había otra oportunidad, otro juego. Juan Carlos Avecilla nos invita a jugar, a ensoñar, a participar en un momento de felicidad a base del flamenco del que muchos hemos bebido. En este caso, Tic Tac Toe es saber que se apuesta siempre a ganador.



lunes, 11 de diciembre de 2017

El final es el comienzo

Las luces del Real Teatro de las Cortes se fueron apagando paulatinamente con el eco de los aplausos del público que llenó el histórico recinto en una sesión magnífica: la presentación del segundo disco de Random Thinking, Right here and now. Tan alta ocasión merecía tirar de épica, de sueños, de constancia, de mentalidad ganadora y los profesionales sobre el escenario pusieron toneladas de todo ello para impulsarnos hacia melodías de otro tiempo y otro lugar que sonaron cercanas, humanas. Sonaron a Aurora y a Ángel. Sonaron a dos hermanos con una idea y un proyecto común bien ideado y mejor elaborado. Random Thinking es sinónimo de éxito y lo corroboraron en Las Cortes con un show bien medido y trenzado con el que dejaron la impronta que solo quedan en las más elevadas ocasiones. A su favor también jugó el verse acompañado por un grupo de músicos eficientes, que sin grandes alharacas, supo arropar bien a los grandes protagonistas de la función.

Foto: @zuhmalheur
Un largo y (a veces) tortuoso camino es el de la música. La farándula tiene estas cosas. Que es muy agradecida cuando suenan aplausos cercanos e insistentes pero muy dolorosa cuando te vas haciendo el camino. It's a long long road habla de eso. Es su primer single del nuevo disco. Es su canción fetiche y el concierto acabó con la épica de un tema pleno de matices rock y atemperado con la voz celestial de Aurora. Música en creciente ascenso, momento de gloria, éxtasis colectivo y la gente vitoreando y aplaudiendo. Es lo que merecen los Mesías de la música. Es la recompensa atribuida a un gran trabajo.

Los finales pletóricos son seña inequívoca de que antes el público se ha ido calentando con un puñado de canciones que en directo suenan bien ensambladas, perfectamente armónicas y lo suficientemente potentes. En acústico son un puntal. Saben defender a la perfección su repertorio, pero este nuevo disco de los isleños tiene grandes momentos para ser acompañados por una banda. Live to tell o Gonna take some faith suenan a gloria con la banda, aunque se agradecen los momentos íntimos, el mano a mano entre hermanos, acústica frente acústica, la voz desnuda de ella, el genio musical de él. El concierto tuvo su puente más cercano, más intimista con unos pocos temas (versión incluida del viejo blues de Robert Johnson, Malted milk) con el que quieren reivindicarse en esta parcela. Las parcelas intermedias del concierto en Las Cortes también sirvieron para echar un vistazo a ese primer disco con el que el mundo empezó a conocer a Random Thinking. Hubo recordatorios en forma de canciones como Shocked plant y Off season, entre otras.

Pero la noche pertenece a los amantes como aullaba Patti Smith. Los amantes de un sonido, el de Random Thinking que se ha vuelto más acerado, más centrado en sacar distintos matices sonoros a su música. Con Fear y We just don't really care, asomaron su parte más radical, su propuesta más innovadora por cuanto son temas complicados, plenos de experimentación. El segundo incluso, se quedó fuera del tracklist final del album. Fue una sorpresa su inclusión en el repertorio del show y también una pena que se quedara finalmente fuera del disco.

El concierto comenzaba tocando diversos palos. Desde el instrumental Distant hearts, pequeña perla sumida en la belleza hasta una primera aproximación a It's a long long road pasando por la calidez vocal y sonora de Southern blood, uno de los temas más redondos de este disco, pieza que es una prueba de la madurez del sonido de la banda isleña.

Y hemos llegado al final que es principio. El final como comienzo. Random Thinking ponen un punto y seguido con este concierto en su tierra. Es ahora cuando comienza todo. Cuando Right here and now va a empezar a rodar por toda la geografía nacional (¿para cuándo el salto a otros escenarios allende nuestras fronteras?). Es ahora cuando Aurora y Ángel tienen en su mano la posibilidad de ser únicos en su especie. Aquí y ahora. Es el momento de comenzar. Es el momento de Random Thinking.



domingo, 10 de diciembre de 2017

Shuarma o el equilibrio posible

Foto: @zuhmalheur
Cercano, cortés, amable, íntimo. Tanto Shuarma en su post concierto como el propio show en sí fueron así. El front man de Elefantes pasó por El Pelícano de Cádiz para ofrecernos su otro yo, su cara más desnuda en formato acústico y para ello eligió temas de su carrera en solitario y algunos préstamos de canciones que han significado grandes cosas para él... y también para nosotros.

Abriendo el Festival de Música Española de Cádiz, Shuarma se presentó escaso de equipaje (sus guitarras y un buen surtido de canciones) bajo la bóveda de la sala gaditana para hablarnos quedo, a media voz, pero con grandes dosis de emoción y a veces hasta de dramatismo, que para eso él tiene de sobra. Descubrió para quien no las conociera un ramillete de canciones de su corta pero intensa carrera en solitario pero comenzó su concierto gaditano con una aproximación a Moon River, el temazo de Henry Mancini que inmortalizó Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes. Despegamos con La única opción, canción con la que se nos alumbró el marcado sentido acústico y poético de un artista rico en matices, lleno de estratos y polivalente. Le conocemos dándolo todo ante grandes audiencias, pero Shuarma se metamorfosea en un artista que sabe pisar el formato acústico para ofrecernos perlas llenas de lirismo. Hay que descubrir su discografía para poder auscultar la apuesta por el amor y el desamor, por la permanente búsqueda de la felicidad, por el perfecto conocimiento de estados de ánimo en ebullición que Shuarma plantea en cada disco, en cada canción.

En un concierto muy uniforme, sin grandes alharacas, sin demasiados aspavientos y sin alardes de ningún tipo, Shuarma quiso pasar la noche bajo la luna gaditana contando historias de cada número musical, con momentos de gran emoción cuando revisita temas de amigos como Julio Numhauser (autor de Todo cambia), Antonio Vega o Bowie y alternando con aproximaciones a su personalísima trayectoria. Las versiones de Shuarma son suyas, propias, diferentes, personales. Son las características que debe tener una buena cover, porque si suenan igual que las originales, ¿para qué quedarse con la copia?

De su propia cosecha, resonaron plenas de contundencia canciones como , Rompe el espejo, Virgen de Guadalupe o Lo que queramos creer para ir acabando con Otra ráfaga de luz, que sonó apabullante a la guitarra. Pruebas fehacientes de que aunque corta, la carrera de Shuarma se aleja de convencionalismos y de territorios fáciles sobre los que transitar. Hay riesgo, hay compromiso con sus sones. Sones que nos aproximan a una persona que nos regaló un par de horas de su vida para que encontráramos el equilibrio posible. Alguien que nos ofertó un puñado de temas en los que encontramos confort, refugio, paz. Nada más que eso, amigos.




sábado, 9 de diciembre de 2017

La lógica sonora de Random Thinking

Después del primero viene el segundo y tras algo bueno tiene que venir, por lógica, algo mejor. Lo dicta la lógica. Ese es el resumen apresurado de la aparición en el mercado del segundo disco de Random Thinking, el nombre tras el que emergen las figuras de Aurora y Ángel, hermanos ellos procedentes de la Isla de León y que tras sorprender con su primer largo en 2014, ahora confirman lo allí apuntado con una continuación que lleva por título Right here and now.

Es este un disco pleno de lógica. Fieles a un sonido polivalente, lleno de matices, rico en capas, Random Thinking aplica el sentido común a este trabajo grabado en PKO Studios bajo el amparo de Caco Refojo. Producción esmerada a cargo de Aurora y Ángel y un sonido limpio, marcado, hecho así para que el oyente descubra la calidez de la voz de ella y los contrastes sonoros de él. En esa lógica se mueve el disco: lo ya esbozado en un primer disco que sorprendió a propios y extraños, se magnifica, se amplifica y crece de forma exponencial en este segundo paso en la firme carrera de la banda isleña.

La lógica también dicta que, aunque la experimentación sea buena, sentar las bases del éxito en lo que ya conoces es la receta adecuada. Random Thinking bucea en sus influencias musicales y se liberan de etiquetas y corsés para ofrecernos un disco de amplios registros. Desde potentes números donde vence el rock como It's a long long road, hasta momentos intimistas e instrumentales como Borli, que cierra el disco o Distant hearts con un mero esbozo vocal tan sólo acompañando a una preciosa composición sonora. Tenemos motivos también para sonreir por la versatilidad vocal de Aurora que se trasmuta en cada tema como demuestra en la canción que da título al disco y en la que recuerda a una juvenil Chrissie Hynde o en Gonna take some faith, hermoso tema donde los instrumentos de cuerda predominan y donde encontramos reminiscencias de la cálida voz de Stevie Nicks. Casi nada. Pero no, no es gratuito nuestro alborozo por descubrirles una de las mejores voces de la música popular de este país.

Este segundo album de los isleños marca una nueva pauta. Ángel ha sacado lo mejor de sí y da una auténtica lección en los arreglos y la instrumentación que, capa tras capa, muestra una construcción musical primorosa. Si Phil Spector tenía su Muro de Sonido, Random Thinking ha sabido edificar un puñado de buenas canciones desde unos cimientos acústicos hasta elevarlas a monumentos sonoros.

Y sí, suenan a América. Suenan a blues, a southern, a free jazz, a rock y a pop, a folk y a honky tonk bar. Y se atreven a ponérselo a ellos mismos más difíciles sacando adelante temas que suenan con un ensamblaje perfecto: Southern blood con esas maravillosas líneas de saxo o Quite sickening, donde arreglos, composición y voz se solapan, juguetean y nos llevan al gozo.

Right here and now es un disco para degustar, para escuchar varias veces (del tirón, porque es adictivo) y es por encima de todo, la constatación de la lógica de una carrera que auguramos plena de éxitos para Random Thinking.





viernes, 8 de diciembre de 2017

Inmaculada Concepción

Seguro que durante la inmaculada concepción de vuestro señor Jesucristo, sonaba esto de Brian Eno... Yo me lo imagino así...





jueves, 7 de diciembre de 2017

Cachitos de "periodismo" XXXVIII

Os voy a dejar un segundito para adivinar quién acaba así una nota de prensa sobre la actuación de un grupo de teatro en Chiclana...


"Y es que la belleza no siempre ha de buscarse y mirarse en el propio objeto estético sino también en el proceso de hacer posible la generación de más y mejores artistas. El ejercicio continuado en espacios apropiados favorece su perfeccionamiento profesional, el incremento de sus capacidades comunicativas y generativas ante sus propios ciudadanos y ciudadanas siempre con voluntad crítica pero a la vez atenta y, por último, y el fomento directo e indirecto de empleo por y para la Ciudad".

Ya sabéis, ciudadanos y ciudadanas de esta gran "Ciudad". Id al teatro que seréis mejores personas. Os lo dicen unos titulados en Periodismo.



lunes, 4 de diciembre de 2017

Me encanta tu poesía de mierda

Algo así diría Nicanor Parra de su propia poesía... Genio.

[...] Contra la poesía de las nubes
... Nosotros oponemos
La poesía de la tierra firme
—Cabeza fría, corazón caliente
Somos tierrafirmistas decididos—
Contra la poesía de café
La poesía de la naturaleza
Contra la poesía de salón
La poesía de la plaza pública
La poesía de protesta social.
Los poetas bajaron del Olimpo.

Fragmento de Manifiesto. Recogido en Obra gruesa (Santiago, Universitaria, 1969).
Nicanor Parra.